Mi personaje inolvidable

MI PERSONAJE INOLVIDABLE.
Por Isaac Wishlitzy Grunstein

Hoy, miércoles 23 de febrero el 20011 me desayuno con la lamentable noticia de que mi querido amigo Joaquín Segarra había fallecido y lo primero que me vino a la mente es la tan manoseada frase” pero si apenas tomé con el un rico cafetín en el Sorbeto de Colón”
La noticia de una muerte, en términos generales no me confunde ni me sorprende sobre todo cuando hay avisos de que la parca viene en camino pero, en el caso de mi amigo, el arquitecto, el escritor, el charlista, buen hombre siempre, me causo un desgarrón en el alma, un dolor insoportable por mi cercanía intelectual.
Era agudo, irónico y con cierta patina de perversidad que lo hacía elegantemente divertido.
Últimamente nos reuníamos a jugar un rato, al final de la tarde a volar aviones en la computadora mientras hacíamos largos recorridos intelectuales comentando sobre la cultura en Veracruz.
Conocí a Joaquín hace unos quince años, nos presentó Martita Canudas y ese mismo día nos retamos a un partido de frontenis que duró por lo menos, por decir poco, unas cuatro horas en el deportivo “Leyes de Reforma”
Joaquín me hizo el honor de acompañarme cuando era Presidente del Grupo Cultural Baluarte y posteriormente en los albores del Grupo Cultural Fénix. Escribió artículos en las páginas de Galerías del Periódico Imagen de Veracruz, en el Suplemento Cultural Fénix, y en algunas ocasiones en el Periódico El Dictamen, me acompañó a muchos eventos apoyándome siempre con sus amables consejos, siempre dispuesto a servir y a hacer algo por los demás.
Joaquín Segarra era, es querido en el medio artístico y cultural en el que se desenvolvió con conocimiento y soltura a tal grado que en el Gobierno de José Ramón Gutiérrez de Velazco fué nombrado Director del Museo de la Ciudad de Veracruz en donde hizo un papel bastante respetable, vaya, hasta donde lo dejaron.
Bueno, así sea, en este planeta todo es finito y hoy le correspondió su turno a mi amigo Joaquín que como tantos otros se me han puesto delante de la muerte y quizá por eso no ha llegado a mí.
Bien ido sea Joaquín Segarra Idiazabal, el inquieto ejemplo de aquellos que inician el duro escalamiento de vivir, Bién ido sea el artista, el escritor poeta, el deportista, el bohemio, el amigo de sus amigos que sin lugar a dudas lo estaremos extrañando hasta encontrarnos en el nuevo camino que se avecina inexorablemente.